Poco a poco vamos viendo cómo el clímax electoral va “in crescendo”, y como de aquí al 22 de mayo nos van a machacar todos los partidos políticos que se presentan a estas elecciones municipales y provinciales (lo de llamarlas “forales” es un insulto a la inteligencia del pueblo nabarro). Y además, los partidos denominados “nacionalistas vascos” o abertzales elevarán el tono de su petición de voto, intentando convencernos de que votemos a “su” partido “abertzale”, y no al “otro” partido “abertzale”, con frases como “nosotros vamos a lograr la independencia, y no los otros”, “cuantos más concejales y junteros obtengamos más cerca estaremos de la independencia”, “tenemos que lograr la mayoría en los ayuntamientos y diputaciones para hacerle frente a España” o “es mejor votar, pues si gobiernan los partidos españoles será peor”.
¡No nos queremos enterar!
Primero, estos partidos “abertzales” no son conscientes, pues así lo demuestran día a día, de que participar en las votaciones organizadas por el régimen parlamentario español, da visos de legitimidad e incluso apariencia de democracia o de Estado de Derecho a lo que es una imposición y sometimiento militar, y por tanto, un régimen totalitario. Somos un pueblo con un Estado militarmente ocupado, y no otra cosa.
Como dejó escrito Lenin, la primera condición para que unas elecciones sean democráticas, es la salida del ejército invasor.
Segundo, estos partidos autoproclamados vascos frente a los otros que serían españoles, discuten entre ellos, se pelean por un diputado, un concejal o una alcaldía más, o menos, en España, y son incapaces de priorizar el Pueblo Vasco, o Euskal Herria, sobre sus intereses particulares y crematísticos. Mientras los vascos discutimos sobre las banalidades que nos ponen encima de la mesa constantemente (Estatuto, “plan Ibarretxe”, TAV, Trebiño, ilegalizaciones...) España se hace fuerte y se siente legitimada en nombre de la “democracia” mientras sigamos participando en sus elecciones.
Y tercero, por si todavía no se han dado cuenta los líderes de los partidos “abertzales”, los españoles han mandado sobre los ciudadanos nabarros desde que ocuparon militarmente nuestro Estado, lo han hecho de una forma brutal durante décadas y ahora lo hacen parapetados tras la ikurriña desde los partidos políticos en la Nabarra Occidental; en Alta Nabarra el disimulo es similar, pues saben que de otro modo no conseguirían engañar al Pueblo Vasco.
La mejor manera, la menos costosa y la más efectiva, de deslegitimizar y desenmascarar al totalitarismo -y de ejercitar la insumisión- sigue siendo el boicot a las Elecciones españolas. (“Pueblo y Poder”).
2011-04-13 Iñigo Domaika
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